Tras el éxito cosechado durante los últimos 6 años en el coqueto local del barrio de Chamberí, Hortensio, de la mano de su chef Mario Valles se reubica en un espacio mas amplio en el Hotel Gran Meliá Fénix, junto a la plaza de Colón. La nueva sede permite desarrollar nuevos conceptos y atender a un mayor número de comensales.
Mario Valles continúa fiel a la filosofía -que desde los inicios de Hortensio en 2015- reivindica la alta gastronomía. Su propuesta aúna lo clásico y lo contemporáneo, de raíces españolas, con guiños a su escuela francesa, y toques latinos matizados que aportan su origen colombiano.
Mario Valles junto a su jefe de cocina, Víctor Cuevas, presenta una carta con novedades en la que no olvida sus platos de siempre
Mario Valles junto a su jefe de cocina, Víctor Cuevas, presenta una carta con novedades en la que no olvida sus platos de siempre, los clásicos de Hortensio, antiguas recetas reinterpretadas y renovadas, donde el producto es el protagonista principal . Técnica, equilibrio y calidad definen la cocina de Hortensio. La propuesta gastronómica se desglosa en entrantes, mar, carnes y postres. «Entrantes» sugerentes como el Buey de Mar, elaborado con Aguacate, Rocoto y salsa de coral, una de las nuevas incorporaciones; el Foie fresco con guayaba; o la Seta de Temporada en declinación con cromesqui, royal, seta confitada y huevo poché, entre otros platos.
El nuevo local de Hortensio, diseñado por el arquitecto Juan Pablo Domínguez, sigue manteniendo su espíritu acogedor. Una barra circular da la bienvenida, dando paso a un discreto reservado y al comedor que muestra la misma esencia de elegancia sobria, discreta y atemporal.
Los materiales nobles, colores neutros, toques tierra y esos tonos verdes característicos de Hortensio como hilo conductor, definen el nuevo espacio. El conocido y cuidado gusto por los detalles que manifiesta Mario Valles se refleja en flores y objetos como candelabros, champaneras, vajilla o la excepcional mantelería de lino; respaldado por un equipo profesional que ofrece un trato impecable.
Desde su propio nombre, Hortensio recuerda un clásico, a hombre mítico, personajes con historia y con significado, que se alejan de modas. Así es su propuesta gastronómica, con respeto al clasicismo, sobre todo en lo que se refiere a la presentación, las salsas y las maneras; sin pretensiones, siguiendo los cánones aprendidos por su chef, Mario Valles, en su paso por algunos de los más renombrados restaurantes franceses. Así mismo, recoge la influencia de la cocina española más vanguardista a través de las técnicas aprendidas durante su experiencia con el elegante restaurante de Koldo Rodero en Pamplona; a la vez que tiene muy presente sus orígenes latinoamericanos.