La reforma y proceso de interiorismo del Hotel Inca Boutique finalizan. El hotel histórico, situado en el centro de Zaragoza, ha sido presentado el pasado viernes en Interihotel.
Este hotel, pequeño pero con una gran historia, fue comprado por la familia Barbastro, originalmente oscense, que ya son propietarios de otros hoteles con otros operadores. Los Barbastro siempre se especializan en la estética boutique, cuidada hasta el mínimo detalle y con diferenciación entre establecimientos. En ellos, lo local, lo artesanal y lo gastronómico, así como la vinculación con los productos de la tierra adquieren relevancia. Ahí, Alfaro-Manrique Atelier ha jugado un importante papel, pues arranca el concepto de la cadena Docar Hotels y comienza con el antiguo Hotel Inca.
Todas esas intenciones han sido plasmadas en los diferentes componentes del hotel, tanto en la zona común híbrida y polivalente como en las habitaciones, mucho más serenas y señoriales, trabajando todo con proveedores de Barbastro como requería la propiedad y pasado por el filtro contemporáneo pero atemporal que intenta dar Alfaro-Manrique Atelier.
Como en la mayoría de los proyectos, todas las piezas excepto las sillas y las butacas que son de Sancal, han sido diseñadas en el estudio, al igual que las grandes lámparas del lobby; las piezas escultóricas con vegetación de planta baja, la proyección de video arte de paisajes naturales locales o de decoración de las habitaciones.