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Sushimore ha inaugurado en agosto tres nuevos establecimientos en las localidades catalanas de Sant Just, Vic y Vilanova i la Geltrú. Con estas aperturas suma un total de 26 locales que operan en todo el suelo español y han creado 11 nuevos puestos de trabajo de los 100 vigentes en todo el territorio nacional.

Si bien la marca es conocida por ser promotores del modelo de franquiciado combinado con «phantom kitchens», en esta ocasión, los establecimientos no contarán con una cocina fantasma ya que los alimentos se realizarán en un espacio de producción propio enfocado principalmente al delivery, takeaway y, a la vez, a la atención de un aforo reducido de personas en el local.

Delivery y cocina fantasma

El modelo de «cocina fantasma» que usualmente adopta la marca, ha revolucionado la forma de emprender y producir alimentos en el mundo gastronómico. Roger Antelo, CEO de Sushimore, explica cómo «con una rápida y fácil adaptación, Sushimore se unió al mundo de la cocina fantasmas, un negocio que propone cocinas únicamente para la preparación de alimentos destinados al reparto a domicilio. Gracias a ello, con poca inversión y tiempos acotados, es posible emprender y tener éxito».

Combinar las cocinas fantasma y el reparto a domicilio es clave para la marca. En esta línea, Antelo ha indicado que «si bien los locales cuentan con un espacio reducido para la recepción de clientes, la propuesta es que los esfuerzos sean enfocados en la optimización del delivery para llegar a más clientes y de la manera más fácil», aclara Antelo. 

Tanto los «córner» o la cocina fantasma y los restaurantes tradicionales están pensadas para adaptarse a las circunstancias y generar autoempleo. La marca se ha concentrado en ofrecer un modelo de enseñas en forma de «paquete» con condiciones de fácil ejecución y bajos niveles de inversión. Esto se combina con una implementación del negocio en localidades de España con baja densidad poblacional en donde la oferta gastronómica es mucho más escasa.