Saltar para o conteúdo principal

La utilización de materiales reciclados es una necesidad a nivel mundial, ya que el consumo de materia prima obtenida de fuentes no renovables es cada vez mayor, al igual que su agotamiento, ya que estas fuentes no son capaces de renovarse al mismo ritmo que se produce su extracción. Por ello se hace necesario encontrar nuevas vías de sustituciónde estos materiales, en todos los sectores de aplicación donde están presentes, por otros que no consuman recursos naturales, ralentizando así su consumo.

Con esta premisa surgió la iniciativa de Resuinsa para desarrollar a través de un proyecto CDTI de 2 años de duración, una línea de tejidos sostenibles incorporando materiales reciclados y recuperados, con la finalidad de poder crear nuevos productos para el sector Hospitality, en el que se consumen millones de prendas al año en todo el mundo, pero que a su vez fueran capaces de soportar las exigentes condiciones del lavado industrial durante su vida útil.

La investigación, el desarrollo y la innovación son tres premisas imprescindibles para la compañía, apostando desde siempre por iniciativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Disponiendo del sello de Pyme Innovadora, emitido por el Ministerio de Ciencia e Innovación, su equipo de I+D+i trabaja continuamente en nuevos desarrollos tanto de procesos como de productos, con un enfoque altamente tecnológico.

Gracias a su último proyecto CDTI, han desarrollado una nueva línea de tejidos sostenibles para el sector, incluyendo la creación de la Zapatilla VITA, un producto reciclado y reciclable, que consigue dar una nueva vida a unas prendas que de otra manera se hubieran convertido en residuos. Un gran paso hacia el desarrollo de un modelo de economía circular inexistente hasta ahora en su sector.

Félix Martí, director general de Resuinsa, recalca la importancia de la transición hacia este nuevo sistema «la economía circular permite que los productos y materiales se mantengan dentro de la economía por el mayor periodo de tiempo posible. El uso de recursos y desperdicios se minimiza, y cuando un producto llega al final de su vida útil, se utiliza nuevamente para crear más valor. Esto puede traer importantes beneficios medioambientales, contribuyendo a la innovación, al crecimiento y al cumplimiento de los ODS».