Mar Mía llega a Madrid. La Plaza de Isabel II se prepara para la apertura, a finales de febrero de 2022, del nuevo hotel de diseño Ocean Drive Madrid, en el antiguo Real Cinema y frente al Teatro Real, y de un revolucionario concepto gastronómico sin precedentes en una zona que lo necesita: a un paso de los Austrias, a uno más de la Puerta del Sol y a otro de Callao y Gran Vía.
Mar Míaestá diseñado por Carlos Bosch (alma mater de exitosos proyectos como El Portal de Alicante o Manero Alicante y Madrid) y apoyado por sus socios: el conocido hotelero Marc Rahola Matutes y los chefs Rafa Zafra (el famoso cocinero sevillano al frente de Estimar en Barcelona y Madrid) y Luis Rodríguez (el maestro de Casa Elías, para muchos la mejor arrocería de España en El Xinorlet, Alicante).
Brasas Mediterráneas
Mar Mía contará con varios escenarios para una única columna vertebral que suma «lo mejor de cada casa». La planta calle, con terraza, conecta con la plaza que preside la espalda del teatro lírico y con su entorno (Plaza de Oriente, Palacio Real, Almudena y el nuevo parque/eje de Plaza de España/Templo de Debod). En el hall dará la bienvenida la zona de coctelería y afterwork previa al área de restaurante con cocina vista y barra para tapas con otra extensa terraza interior ajardinada. Los espacios exteriores se extenderán a la azotea con piscina, solárium y bar con vistas panorámicas al centro histórico de la urbe, todo con el interiorismo de Apple Tart Design, liderado por Raquel Giménez (El Portal, Manero).
Mar Mía parte de una filosofía común basada principalmente en la dieta mediterránea. Las tapas españolas que tan bien ejemplifica Manero y los cócteles de autor (como aquellos tan premiados de El Portal) forman su carta base en las zonas más casuales En la parte más «gastro» mandarán los imbatibles arroces de Casa Elías, encumbrados por crítica y público y por primera vez fuera de Alicante, y las brasas sobre las que se posarán excelsos pescados con el sello de Rafa Zafra y también buenos cortes de carne. Todo ello dentro de una cocina «non stop» y de una oferta global para todo un hotel que va a convertirse en el nuevo «hotspot» capitalino.