El mundo del delivery ha llegado a España como una ola, arrasando con los convencionalismos de lo que implicaba pedir comida a domicilio antiguamente, e involucrando en este mercado, un número de negocios mucho mayor que hace 10 años. Este servicio no solo ha iniciado a miles de restaurantes a vender sus productos para disfrutar en casa, sino que ha propiciado un desarrollo del sector que conlleva mejoras y avancespara el mercado.
De estas innovaciones nacen las conocidas «dark kitchen» o cocinas fantasma. Este concepto se basa en cocinas industriales donde la comida que se prepara es, únicamente, para llevar, y es producida para restaurantes cuyo formato es el delivery, es decir, no existe un restaurante físico al que acudir. Allí, se preparan los platos que después se reparten a domicilio, lo que supone una evolución en el modelo de negocio de la hostelería, así como un avance en el sector de la comida a domicilio.
Este concepto, que nace hace un par de años en Inglaterra a causa del elevado coste del alquiler de negocios, está cada día más presente en nuestro país, donde ya mueven más de 740 millones de euros en España, según datos de Just Eat, y registran un crecimiento anual que ronda el 65%, según comunica el centro de formación gastronómica online Barcelona Culinary Hub.
Así, cada día son más los restaurantes que se suman esta modalidad de comida a domicilio, la cual genera numerosas ventajas como la reducción de costes o un delivery reforzado que permite optimizar mejor los procesos, y permite que grandes empresas como el grupo de restauración Avanza Food (Carl’s Jr, Tony Roma’s, Tommy Mel’s o La Chelinda), la comunidad de cocinas virtuales Cuyna o la operadora de pizzerías Fratelli Figurato sean algunos de los negocios que ya han abierto sus cocinas fantasma en el país.