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Eat Inn es el primer portal que oferta los restaurantes de los hoteles, ampliando la oferta gastronómica a los residentes y turistasde la zona y favoreciendo a los hoteleros la gestión de estos espaciosBlanca Paloma Bartolomé, fundadora y CEO de Eat Inn entendió a principios de 2021 que los restaurantes de los hoteles necesitaban visibilidad. «Una mesa vacía es una gran tragedia. Los hoteles, simplemente por estar abiertos, tienen que destinar cada día una gran cantidad de recursos de personal, comida y energía, a la organización de los servicios gastronómicos independientemente de su ocupación».

«Eat Inn, es la herramienta que permite rentabilizar este excedente de capacidad en los restaurantes de los hoteles. De esta manera, acercamos los buffets y restaurantes a cualquier persona no alojada en forma de plazas disponibles, siendo una opción ventajosa, rápida y sencilla, que por su relación calidad-variedad-precio es imbatible. Así convertimos lo que sería un coste en un beneficio».

Ventajas

Los estudios realizados por Eat Inn confirman que un hotel con capacidad media de 150 habitaciones, donde el restaurante atiende a una media de 240 comensales alojados, podría dar de comer a 30 personas más diariamente sin ningún coste adicional. Esto supone unos ingresos medios adicionales de 82.000€ por temporada, sin modificación alguna de su operativa. A esto habría que añadir los consumos adicionales que estas personas puedan tener una vez dentro del hotel

La mayoría de hoteles cuentan con servicios de buffet, que permite a sus clientes disfrutar de una gran variedad de alimentos y de técnicas de cocinado. Estas facilidades a la hora de comer, también tienen su parte negativa. Y es que los hoteles también se encuentran dentro del foco del desperdicio de alimentos, una lacra que se cobra millones de toneladas al año.

Eat Inn es la primera plataforma que permite reducir este desperdicio, gracias al incremento de comensales en los restaurantes del hotel. Se calcula que un kilo de comida que termina en la basura, lleva un coste asociado superior a los 12 euros y una emisión de CO2 de unos 5 kg, mientras millones de personas tienen dificultades para lograr alimentarse.