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«Jardins de la Mercè» vuelve a abrir sus puertas gracias a la última apertura de Nomo. Firme en su apuesta por llevar su propuesta gastronómica a ubicaciones únicas, el grupo familiar ha elegido este entorno incomparable, integrado en una casa señorial del año 1900 situada en el casco antiguo de la ciudad y que cuenta con un jardín protegido, reconocido en la región por su paisaje de estilo romántico, para alojar al octavo restaurante del grupo. Así, Nomo abre las puertas del que es su cuarto proyecto en la provinciade Girona.

El chef japonés Naoyuki Haginoya es el artífice de una oferta gastronómica que pone de manifiesto su trayectoria en diferentes barras de sushi, izakayas y yakinukus en Tokio, pero con presencia de productos locales y de temporada. Naoyuki ha forjado sus raíces en Cataluña, entre Barcelona y la Costa Brava, desde donde dirige gastronómicamente los diferentes espacios. La variada y completa carta de Nomo refleja la maestría de su Chef Ejecutivo en las diferentes disciplinas de la cocina japonesa.

Experiencia Nomo

Así, la experiencia en Nomo Girona puede comenzar con tapas japonesas como Sukiyaki Croquette (croqueta japonesa de rabo de toro rebozado) o Yaki Hotate to Foie (pincho de vieira a la plancha con foie del Empordà, espinacas y salsa teriyaki) para seguir con entrantes como Okonomi Omelette (tortilla abierta con pulpo y salsa okonomiyaki) o Ebi Chili (langostinos picantes sobre base de fideos kataifi crujientes y huevo frito). Entre los éxitos de la barra de sushi, resultan imprescindibles elaboraciones como Salmonete no Tataki (tataki de salmonete con tirabeques al wok, salsa ponzu y hojas de wasabi), además de diferentes propuestas de nigiris y rainbow rolls para los que se emplea el mejor producto con guiños locales.

Siguiendo con la premisa de conservar el valor de los espacios emblemáticos que Nomo escoge para sus restaurantes, la finca en la que está ubicado el nuevo local de Girona ha mantenido su estructura inicial: un espacio interior dividido en cuatro salas, y un espacio exterior que cuenta con un porche –donde está situado el espacio de restauración exterior–, el jardín protegido y un reservado aislado rodeado de bambú. La capacidad total es de 60 personas y ha sido diseñado por el interiorista barcelonés experto en iluminación, Josep Lluís Xuclà, quien ha convertido el local en un espacio diferente y acogedor.

Una apertura que invita a viajar desde las calles empedradas del casco antiguo de la ciudad junto a la muralla hasta Japón a través de sabores y técnicas que se ponen al servicio del mejor producto local. Todo ello, en un entorno acogedor y decorado con suma delicadeza, en el que la luminosidad y el agua son elementos fundamentales.