Sevilla es la ciudad escogida por la compañía hotelera Radisson Hotel Group para presentar e introducir su marca Radisson Collection en España. Se trata de un hotel urbano cinco estrellas, con el que Radisson Hotel Group hace honor a su lema «Welcome to the Exceptional».
El establecimiento está situado en la remodelada Plaza de la Magdalena, en pleno centro de la ciudad, este nuevo hotel Radisson Collection es el primero de los 20 hoteles más que la marca quiere abrir en España en los próximos años. Cuenta con 89 habitaciones, cinco suites en la azotea, un rooftop de más de 400 metros cuadrados con piscina y solárium, un gimnasio y los dos restaurantes con terraza y bar en la planta baja que llevan el sello respectivamente de los chefs Eneko Atxa y Manuel Berganza de Azotea Grupo.
Federico J. González Tejera CEO de Radisson Hotel Group, explica que «Radisson Collection reúne hoteles emblemáticos en ubicaciones únicas, que destacan por su singularidad y autenticidad. Una localización privilegiada y un diseño de alto nivel basado en soluciones sostenibles son dos de los sellos distintivos de la marca».
Un estilo minimalista y elegante
Nada más entrar se encuentra un mostrador de latón – material utilizado en todo el hotel – minimalista, pero con dosis de calidad. Un diseño que sigue todo el hotel y mezcla los tonos verdes de los campos andaluces en los textiles y fotografías en blanco y negro de la ciudad.
«Una gran ciudad como Sevilla se merecía contar con un hotel de vanguardia que aúne un gran diseño con las tendencias mundiales del lujo y que sea a la vez funcional y respetuoso con el medio ambiente, todo lo cual además de crear un destino para los viajeros más exigentes siempre añadirá valor a la ciudad», sostiene Javier Illán, CEO de Millenium Hotels Real Estate, la empresa promotora y propietaria del proyecto.
Oferta gstronómica
A continuación del lobby se despliegan las mesas de Basque, el restaurante que asesora el reputado chef Eneko Atxa (cinco estrellas Michelin) y cuya apertura está prevista para mediados de septiembre de 2021 bajo una propuesta gastronómica basada en recetas tradicionales vascas, pero con matices locales en la que la parrilla será una pieza clave. Por ella pasarán carnes y pescados, pero también las verduras que se ofrecerán como guarnición. Incluso uno de los postres, su versión de las torrijas estará terminado en las brasas.
Entre los platos estrella se auguran el salmonete a la llama, los brioches de rabo o de anguila, el talo de tomate o el pan de cristal con trufa. «Una cocina de inspiración vasca, que busca por supuesto la suculencia, la potencia de los sabores, e incorpora en cada receta aquello que entiendo dará placer tanto a los clientes sevillanos como a los nacionales e internacionales que llegan hasta nosotros buscando pasar un rato agradable y divertido», explica Atxa.
Mientras tanto, en el edificio casi anexo que da a la calle Rioja, la oferta gastronómica se complementa con Justa Rufina, un segundo restaurante dotado de una terraza a pie de calle. Un espacio cuyo nombre rinde homenaje a las patronas de Sevilla (Justa y Rufina) y que se rige bajo la dirección gastronómica de Manuel Berganza, chef ejecutivo de Azotea Grupo y el español más joven en lograr una estrella Michelin fuera de España en 2014 en Nueva York, quien ha diseñado una carta basada en el producto nacional. En la oferta de Justa Rufina hay una gran variedad de opciones adecuada para todos los momentos del día, desde el desayuno y el brunch hasta las copas de la noche, pasando por el almuerzo y el «tardeo».
Desde la azotea se puede ver la puesta de sol sevillana saboreando un cóctel diseñado por el mixólogo Luca Anastasio. Además, los huéspedes pueden disfrutar de otros servicios como el menú de almohadas, wifi de alta velocidad, ventanas insonorizadas, desyunos para madrugadores o tardíos, lavandería express o recepción 24 horas.
Inspiración andaluza con toques escandinavos
El proyecto arquitectónico del nuevo Radisson Collection Magdalena Plaza de Sevilla lo firma el estudio de arquitectura londinense Borgos Pieper, cuyo equipo afrontó el reto de recuperar la el Gran Hotel de París. En esta línea, han apostado por una fachada monolíticia revestida con ventanales y balaustradas de hierro fundido.
En el interior, una paleta bien definida de materiales crea una elegancia discreta con suelos de piedra caliza natural, detalles en bronce y latón, cerámica y maderas en espacios públicos y en las habitaciones siendo la procedencia de los mismos en su mayoría de origen local. «Queríamos utilizar elementos robustos que envejecieran bien. Que con el paso del tiempo ganaran belleza», explican desde dAAr Arquitectura, responsables del interiorismo.
«En las habitaciones buscamos crear la sensación de armonía y calma a partir de los colores usando tonos bronce o beige que son atemporales, amplían el espacio y son cálidos», explica Nadine Pieper. Por su parte, Etienne Borgos apunta que «el objetivo era crear un entorno protector. Fuera, la luz del sol es muy fuerte y quisimos aprovecharla de una manera más controlada para que fuese acogedora y jugase con las sombras». La clave era convertir la luz en un elemento que propiciase la relajación. Como contrapunto, los baños se han concebido con un toque más dramático, planteando un claro contraste entre las paredes blancas, los suelos de piedra negra y detalles en bronce. En las zonas comunes la luz natural se ha aprovechado resaltar elementos concretos, como las escaleras.