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A medida que avanza la guerra por el talento, con aproximadamente 3 veces más de vacantes de trabajo publicadas que talento disponible, Alberto Muñoz, director en la División de Tecnología en Robert Walters comparte cuáles son las razones por las que las start-ups están ganando lenta pero concienzudamente la guerra por el talento.

Estas empresas cuentan con una estructura relativamente horizontal y fundadores y CEOs activos a nivel práctico, los nuevos empleados de las start-ups tienen la posibilidad real de formar parte del equipo de liderazgo desde el primer día y la tasa de crecimiento es alta. «Al asumir varias responsabilidades diferentes y trabajar en estrecha colaboración con los miembros más senior del equipo, las start-ups permiten al profesional demostrar su valía desde un principio y saber si su trabajo ha tenido un impacto directo en el negocio», comenta Alberto Muñoz.

Por lo tanto, no sorprende ver que en una encuesta realizada por Robert Walters a nivel global, más de la mitad de los profesionales (52%) asegura que estaría dispuesto a aceptar un nuevo puesto de trabajo en una start-up en detrimento de una compensación salarial atractiva, siempre que tuvieran la oportunidad de progresar mucho más rápido.

Mentalidad de crecimiento

Las start-ups están diseñadas para tener un alto potencial de crecimiento, por lo que no sorprende ver que, en promedio, las decisiones se procesan 4 veces más rápido que en una organización de más de 250 empleados. Alberto añade que «al trabajar para una start-up, los profesionales pueden comprender cómo funciona toda la empresa y desarrollar su perfil comercial. Algunos líderes de start-ups argumentan que estas lecciones de negocios en el trabajo son, de hecho, mejores que un MBA».

La citada encuesta de Robert Walters encontró que el 33% de los profesionales están dejando sus trabajos corporativos para «probar algo nuevo», y otro 15% busca desarrollar nuevas habilidades.

Cultura del agente del cambio

Ser miembro del equipo de una start-up conlleva grandes responsabilidades. No importa cuál sea la titulación, el trabajo tendrá un impacto en el crecimiento y el éxito de la empresa y, a su vez, esto hará sentir que los proyectos que se están desarrollando tienen un propósito real.

De hecho, un tercio de los profesionales (34%) afirma que la razón por la que cambiaría a una start-up es el trabajo desafiante e interesante, y muchos afirman que las habilidades que desarrollan a nivel de autogestión y priorización de tareas, están en línea con su vida personal.

Para Alberto Muñoz «trabajar para una start-up de rápida escalabilidad puede ser una experiencia de crecimiento intenso, por lo que inevitablemente, un profesional se volverá más proactivo y ambicioso fuera del trabajo. Las personas que trabajan en el ambiente de una start-up están constantemente pensando en cómo mejorar las cosas, son más conscientes de los problemas y de cómo resolverlos, y están más abiertos a nuevas culturas y formas de pensar».

Espíritu de equipo

El 42% afirma que uno de los valores más importantes a la hora de buscar sus próximos desafíos profesionales son «los compañeros y una cultura que los inspire a dar lo mejor de sí mismos», por eso la cultura de las start-ups es algo a valorar.

Las start-ups tienden a fomentar un entorno colaborativo muy unido, que alienta a las personas a ayudar en tareas fuera de su ámbito original.

Las start-ups suelen preferir una estructura plana a una jerarquía rígida, lo que permite un debate abierto y la cooperación entre todos los miembros del equipo. El 30% de los profesionales afirma que lo más atractivo de una start-up es su estructura de gestión abierta y eficaz.

Promoción de la diversidad

Las start-ups eliminan cualquier tipo de barrera socioeconómica o geográfica para encontrar el talento.

Como resultado, se mezcla todo tipo de nacionalidades, antecedentes e ideologías. Debido a la naturaleza de estos equipos, naturalmente habrá un amplio intercambio de diferentes estilos de trabajo y de habilidades. Los empleados también encuentran diversidad en sus acciones, que salen de lo tradicionalmente establecido en su puesto.

La diversidad de tareas ayuda a desarrollar nuevas habilidades muy rápidamente, además de que a menudo, el profesional puede aprender directamente del fundador de la empresa y/o de los empleados más senior.

Oda a la innovación

La naturaleza de las start-ups es diferente a la de las empresas tradicionales, principalmente porque se basan en la innovación disruptiva, fomentan la inmediatez a la hora de pensar y de ser creativo con presupuestos ajustados y menor cantidad de recursos.

La autonomía no se considera un beneficio dentro de una nueva empresa, sino un hecho. Esta es la razón por la cual el 28% de los profesionales deja un puesto de trabajo en una organización consolidada para unirse a un negocio recién establecido.

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